Ya en la antigüedad, se utilizaba de forma medicinal para aliviar (y en ocasiones curar) multitud de dolencias relacionadas con con el estómago, la peste bubónica o incluso la viruela. Pero su aplicación trasciende este campo, ya que dado su alto poder de pigmentación, también se utilizaba para la coloración de productos textiles -práctica extendida hasta nuestros días en algunos países.
Nuestro Cártamo Flor es uno de los condimentos más versátiles del mercado: no solo proporciona a tus platos color y sabor, es que además a eso le debemos añadir su característico y sutil aroma.
A la hora de cocinar, combina fantásticamente con ingredientes como el ajo, el limón, el tomate o el tomillo… por lo que en recetas como caldos, estofados, arroces, pastas y platos con pescado o pollo, el Cártamo Flor es el mejor aliado.
Es importante tener en cuenta que en cada fina hebra de cártamo, la concentración de aroma y sabor es muy grande, por lo que recomendamos no usar más de 5 hebras por persona.
¿Cómo sacarle mejor partido a esta especia?
Con algo tan sencillo como hacer uso de un mortero. La idea es machacar las hebras y dejarlas unos minutos en remojo (ya sea aceite, caldo o agua). De esta forma, al introducirlo con el resto de ingredientes, se distribuirá de mejor manera.